El Pollo Dorado Saloon - Fox in a Box, Madrid - Review Escape Room

Una pequeña ciudad del lejano oeste vive desamparada y a la sombra de un grupo de maleantes. Se ha abierto una convocatoria en busca de Sheriffs que pongan orden a este caos. Vuestra primera misión será rescatar al Pollo Dorado, emblema del lugar que ha sido secuestrado para poner en jaque al alcalde y sus gentes. Vive tu propio spaghetti western como la estrella absoluta del show y sumérgete en la magia del cine.

Fox in a Box son una gran franquicia internacional, con presencia en 33 localizaciones repartidas por todo el mundo (se dice pronto). Llevan desde hace años instalados en Madrid (quizá una de las franquicias pioneras, junto con The X-Door) y acaban de abrir hace apenas unos meses un nuevo local en la zona de Atocha/Palos de La Frontera (Calle Áncora). Se trata de un espectacular local de 1500 m2 que aseguran que es el más grande de Europa. Cuando decimos espectacular, es que realmente el local impresiona. Además de ser muy bonito, moderno y amplio, el local tiene un total de 4 juegos (algunos en modo batalla), y tiene incluso un bar de tapas chulísimo, donde poder tomarte algo mientras esperas tu turno para jugar o bien donde tomarte algo tras la partida. Como anécdota, diremos que se llama "Spoiler Bar" ... ¿por qué sera? No pongáis la oreja a lo que están hablando en la mesa de al lado, si no queréis chafaros la experiencia de juego. La atención en recepción y en el propio bar, fue muy buena. 

Uno de los nuevos juegos que pueden jugarse es "Pollo Dorado Saloon", un juego con temática western con una duración estimada de 75 minutos, para 3-6 personas y según la web, de dificultad alta. 

Sabemos que conseguir inmersión desde el primer minuto en un escape room de franquicia o "multisala" es muy complicado y aquí, Fox in a Box, tampoco lo consigue. La intreducción consiste en un speech teatralizado, pero no consiguieron que entrásemos al trapo con la propuesta. La historia se presenta realmente confusa y no entendimos muy bien la motivación de nuestro objetivo (esto nos pasó a los dos grupos que jugamos). Además el game master nos dio un discurso inicial ciértamente falto de emoción.

Tras el inicio de juego, nos encontramos con unos decorados bastante elaborados muy en la línea de lo que podemos encontrar hoy en día en las nuevas aperturas de escape rooms, y que la verdad, nos dejaron muy sorprendidos con el esfuerzo enorme que ha hecho Fox in a Box en este aspecto (en su día jugamos a los ya clásicos Búnker, Laboratorio Zombie y el Asesino del Zodiaco, y esto realmente está a otro nivel).

Una sala de escape debe fluir sola, sus puzzles deberían ser orgánicos y que aunque tengan cierta complejidad y supongan un importante reto para los jugadores, la interacción con el game master y el sistema de pistas no deberia muy elevada ni continua. Quizá la labor del game master, si un grupo se atasca, es guiar a los jugadores (independientemente del nivel de los mismos) a resolver el siguiente enigma que tienen entre manos con los elementos que tiene en juego, de forma no muy obvia ni directa, y sin frases muy directas para que sean los jugadores sean quien resuelvan el enigma. Pero si la interacción con un game master es bastante continua, y muchas de estas interacciones son del tipo "tirad un poco de ese elemento, que se ha atascado", "¿no os habéis dado cuenta que se ha activado cierto elemento en otra sala?" "no habéis oido esa llave que ha caído de tal sitio", "revisad bien porque debería haber algo dentro de ese hueco..." es ciertamente frustante y el sentimiento del jugador no es otro de que el juego va a trompicones y con muchos coitus interruptus.      

Otro aspecto de algunas salas de escape es la escalabilidad de la misma. En nuestro caso jugamos 2 grupos de 4 personas, y en los dos grupos tuvimos la sensación que durante el juego, en algunas ocasiones, algún jugador se quedaba un rato sin hacer gran cosa. Esto se debe a una linealidad de los puzzles demasiado marcada. Hubiésemos agradecido más variedad y que hubiese en casi todo momento, un par de "lineas" de puzzles para que los grupos no se queden parados tanto. Con esto no decimos que los juegos no nos gustasen, de hecho, muchos de ellos son divertidos y hay alguno bastante original, pero insistimos que se peca de linealidad y que estos, no fluyen especialmente bien.

Siempre apreciamos un toque aventurero en los juegos, y no tenemos problema en ello. No somos muy insistentes en el tema de seguridad, pero debemos dar un pequeño tirón de orejas a quien corresponda. Hay un tramo del juego al final, que si bien es algo aventurero, supuso más de un buen chichón en la cabeza (incluso a jugadores ágiles y sin problemas de movilidad) y además supuso un problema para uno de nuestros jugadores que se sintió muy agobiado y el master ni preguntó si necesitaba ayuda (creemos que estaba algo despistado) ni durante el juego ni al acabar.

Agradecemos el esfuerzo de Fox in a Box, por aportar aire fresco, y desmarcarse de los escape rooms más clásicos aportando escenografías elaboradas, nuevas temñáticas y tecnología. Una sala que seguramente guste a nuevos jugadores escapistas. Estanos deseando probar sus nuevo  "Mastermind" y redescubrir "Cadena Perpetua" .