Petra el Reino Perdido (Bilbao) - Review Escape Room

Tras largas investigaciones en la ciudad de Petra, mi compañero, el reconocido arqueólogo Jean Louis Burckhardt, ha dado con el paradero del Tesoro que los beduinos escondieron siglos atrás: el cuerno tallado de marfil, de valor incalculable.

Pero… desde que envió su última carta hace unos días, nada se ha vuelto a saber de él. En ella me indicaba que le estaban siguiendo y que no se fiaba de nadie más que de mí y que, si algo le pasaba o se perdían las comunicaciones, enviase a mi equipo a seguir sus pasos y hallar el preciado tesoro.

Ese momento ha llegado, y me dispongo a emprender el viaje que me lleve hasta el Tesoro y, con suerte, a mi querido amigo. Os necesito para emprender este viaje. ¡¡¡Os espero!!!

Una de las razones por las que nos gusta tanto leer, jugar a videojuegos, ver películas , jugar al rol o jugar a escape rooms es por la capacidad que tienen de hacer volar nuestra imaginación y evadirnos de la realidad durante un buen rato de tiempo.

Algunos escape rooms como es el caso de “Petra, el Reino Perdido” de Future Thinking en Bilbao hacen que durante sus 90 minutos de juego sientas que has viajado hasta la antigua y misteriosa capital del antiguo reino nabateo, Petra. Con esta premisa inicial es fácil entender que uno de los puntos fuertes de Petra es su cuidada y preciosa ambientación y decoración. En muchos otros escape rooms que hemos visitado con temática de Oriente Medio se resuelve la decoración con más atrezzo de saldo y cartón-piedra cutrecillo que otra cosa, pero en Petra se siente todo muy real, bonito y muy sorprendente por momentos. Hay un momento concreto en que nos quedamos con la boca abierta al ver el decorado de una de las estancias.

Petra cuenta con dos modos de juego, un modo Aventura y otro modo Tensión y este último modo es el que elegimos para nuestra partida. Ya avisan en la web que el modo tensión no es el modo “natural” de la experiencia ya que no fue diseñada inicialmente para ello y si bien no se trata de un escape room de terror, sí que incluye algún encontronazo con “ciertos personajes” , menos luz y sonidos y música más tenebrosa, además de una introducción bastante resultona y misteriosa que nos gustó bastante. Sabiendo que el espacio no tiene pulmones (como se llama a los pasillos y zonas que no se ven durante el juego) para que los actores se muevan e impacten como en un escape room de terror, creemos que la labor de los game master es muy buena aprovechando cada esquina y recoveco. Hemos de decir que salvo un par de sustillos divertidos este modo no da miedo en absoluto y aporta algún momento divertido, pero si preferís jugar con más luz, sois algo miedosos y no es gusta sobresaltaros no hay problema ninguno en seleccionar el modo aventura porque el juego funciona perfectamente sin el modo “tensión” y no es vais a perder nada. Insistimos, el modo aventura es el modo natural de la sala.

Una de las características más comunes que tienen los escape rooms del norte es la apabullante cantidad de puzzles y juegos que podemos encontrar dentro de la sala. Es cierto que muchas salas de escape están evolucionando hacia una experiencia algo distinta, con más acting, más momentos cinematográficos y menos pruebas como tal y nos alegramos enormemente por encontrarnos con nuevas y diferentes propuestas. Pero nos encanta también encontrarnos con una sala de escape moderna tan bien ambientada y que siga teniendo como punto de partida los puzzles. En Petra los hay en grandes cantidades, de todos los niveles de dificultad y muy bien integrados tanto en la historia como en la propia ambientación. En nuestro caso jugamos 2 personas y tuvimos bastante ayuda por parte del game master (bien las pistas, con la información suficiente para solo ayudarte a resolver el puzzle por ti misma en los momentos determinados), pero aún así, creemos que se trata de una sala bastante compleja, con muchísimo para hacer y con algunos enigmas realmente desafiantes (aunque luego su resolución sea más compleja de lo que pensabas en un primer momento). Hay puzzles de todo tipo: lógica, asociación, habilidad, pruebas de rebuscar, candados, pruebas más tecnológicas…Así que nos os durmáis en los laureles y poneos manos a la obra.

Tras acabar la partida, hay un detalle (sí, los detalles cuentan y mucho) que nos encantó y es que nos ofrecieran vasos con agua fresca. Es un detalle que quizá a muchos se les pase por alto o les dé igual, pero este tipo de pequeñas cosas para nosotros marcan la diferencia y hacen que sintamos que cada euro gastado y kilómetro recorrido merece la pena por jugar esta experiencia.

Tras la partida, tuvimos una agradable y divertida charla con los game master, donde estuvimos repasando el juego a grandes rasgos (otro detalle más que nos encanta) por si algo se había quedado en el tintero y contándonos anécdotas de la sala y otros grupos de jugadores y charlando sobre escapismo en general.

Tras estos dos años muy complicados para el sector debido a la pandemia, creemos que es muy importante que apoyemos y cuidemos este tipo de ocio. No debemos olvidar que abrir una sala de escape de este tipo requiere un riesgo alto debido a su gran presupuesto y que para recuperar la inversión depende de pequeños muy reducidos de personas (6 a lo sumo en este caso) que quieran llenar un hueco de una sesión. No es como un bar o un restaurante donde puedes tener varios clientes consumiendo a la vez. Aquí o tienes la sesión completa o no, y además no es habitual que un jugador vuelva a repetir sala de escape. Por ello, animamos a todos los jugadores de escape room a que no jueguen únicamente en salas de escape de su ciudad. Si tenéis oportunidad de viajar y hacer rutas escapistas mejor que mejor pero también animamos que juegues algún escape room en aquella ciudad o localidad donde vas a pasar unos días.

Porque a veces, os encontraréis con salas de escape tan divertidas y bonitas como es Petra el Reino Perdido de la que saldréis con una sensación de satisfacción completa.